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¿Cuál es el precio de la luz? ¿Cómo puedo ahorrar en mi factura de la luz?

Una de las principales preocupaciones de los usuarios es el coste de la luz y el consumo de sus dispositivos electrónicos. Y no es de extrañar: nos encontramos ante facturas históricas que nos llevan a analizar la factura, tomar el control de nuestros consumos y buscar el ahorro en cada mensualidad.

En el siguiente artículo te contamos las peculiaridades relacionadas con el sistema que regula el precio de la luz y qué debemos tener en cuenta a la hora de poder ahorrar en la factura.

La tarifa energética, el coste y la factura

No todos pagamos lo mismo, en primer lugar, por el consumo que realizamos, en segundo lugar, por la potencia que tenemos contratada y, en tercer lugar, por las horas en las que hacemos uso de nuestros dispositivos, pero el total de nuestra factura dependerá también del tipo de tarifa que hayamos contratado con nuestra compañía eléctrica. Existen dos modalidades: el mercado regulado y el mercado libre.

La factura de la luz en el mercado regulado

En el mercado regulado operan compañías que ofrecen tarifas con precios supervisados por la administración pública y nos dan plena libertad al no estar sujetos a permanencias ni comprometidos con productos adicionales.

Así pues, este mercado es el único que ofrece el Bono Social en casos de riesgo de pobreza energética que comúnmente se denomina PVPC – Precio Voluntario al Pequeño Consumidor. Por lo tanto, el precio de la luz en estos casos depende directamente de la fluctuación del coste kWh en el mercado, con variaciones diarias y por hora.

En el coste de nuestros kWh influirá además la potencia contratada (cantidad máxima de consumo instantáneo sin que “salten los plomos”). Esto significa que a mayor potencia contratada, mayor coste fijo.

La factura de la luz en el mercado libre

En el mercado libre, las compañías son las que marcan el precio kWh. De forma general, se presentan en forma de oferta con tarifas planas, discriminación horaria o incluso tarifas estacionales, pero habitualmente con compromisos de permanencia o contratación de servicios como mantenimiento.

Sin embargo, aunque pueda parecer que esta tarifa es la más “segura”, a nivel coste, las compañías suelen tirar al alza en el precio de su kWh para cubrir las subidas, por lo que en el total de la factura puede que no sea rentable.

Qué debemos tener en cuenta para ahorrar en la factura de la luz

Como hablábamos al comienzo de este post, ahorrar en nuestra factura dependerá del tipo de tarifa contratada con nuestra compañía suministradora:

En el mercado libre, debemos tener en cuenta, sobre todo, os consumos y particularidades de nuestro propio contrato. Entre los contratos más habituales que podemos encontrarnos comprobamos la existencia de estos tipos:

  • Tarifa plana: dependerá directamente de nuestro consumo ya que el precio del kWh se mantiene constante: a menos consumo, menos factura.
  • Discriminación horaria: deberemos usar los electrodomésticos de alto consumo (lavadora, vitrocerámica, plancha, etc.) en las horas contratadas como “valle”.
  • Tarifa estacional: como su nombre indica, solo será beneficiosa en caso de realizar los consumos en periodos concretos del año.

En el mercado regulado, este tipo de tarificación supone un mayor control diario, ya que el precio final de nuestra factura dependerá del precio mercado. Para ahorrar en nuestra factura, debemos tener en cuenta las horas de cada día en las que el precio es más ventajoso.

Red Eléctrica de España publica cada día, a las 20.15 horas, los precios horarios para el día siguiente. Por orden de impacto en el ahorro de nuestra factura, debemos realizar los consumos principales en los siguientes periodos:

  • Periodo valle: es el precio más económico y donde los costes de peajes y cargos son más bajos.
  • Periodo llano: los costes regulados están en un precio intermedio.
  • Periodo punta: los peajes y cargos regulados son los más elevados, y debemos evitar realizar los consumos de más potencia en estas horas.

Cómo ahorrar en la factura de la luz

También es recomendable revisar la potencia contratada, ya que en muchos casos es muy superior a lo necesario para un uso doméstico, por lo que deberemos tener en cuenta si llegamos a tener simultáneamente los dispositivos de más consumo y si podemos reducir la potencia.

Teniendo en cuenta lo anterior, la gran alternativa para pagar menos luz es intentar desvincularnos su consumo de la red eléctrica, o al menos parte, recurriendo a energías limpias, menos contaminantes y más autosuficientes.

Entre las ventajas que encontramos a la hora de realizar una instalación de autoconsumo eléctrico a través de energía fotovoltaica, por ejemplo, además de ahorrarnos una suma importante en nuestra factura eléctrica, es que podemos mejorar la gestión de la demanda tanto a nivel particular como colectivo, ayudamos a reducir nuestras emisiones de CO2 y que, en un último lugar y ya pensando en un futuro más verde, fomentará la electrificación del transporte particular transformando, a su vez, las emisiones producidas en las ciudades.

En nuestra tienda podrás encontrar múltiples alternativas que favorecerán el ahorro en tu factura de la luz.

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